Oración de despedida al papá de Isabel
Con fe, Isabel B. – miayotlan.com
Señor mío, Dios eterno,
hoy elevo mi alma en silencio y amor
para hablar contigo y con quien ahora ya está a tu lado:
el papá de Isabel, que acaba de dar su último suspiro.
Padre celestial,
acógelo en tus brazos como a un hijo que vuelve a casa.
Dale descanso eterno,
aleja todo dolor, y cúbrelo de tu paz.
Querido papá,
ya no estás con nosotros en cuerpo,
pero sé que nos miras desde lo alto,
al lado de tu amada Elisa,
quien partió antes para esperarte.
Tu historia en la Tierra ha terminado,
pero tu amor vive en cada palabra que dejaste,
en cada enseñanza, en cada abrazo que dimos.
Hoy, desde el fondo de mi corazón,
te digo adiós con gratitud y ternura.
Gracias por tu vida,
por tu fuerza, tu sabiduría, y tu amor incondicional.
En la tierra nacimos…
y a la tierra volveremos.
Pero el alma, esa llama sagrada,
vuelve a Dios, que la creó.
Despídeme también tú,
con esa sonrisa tuya que nunca olvidaré.
Llévale mi amor a mamá Elisa,
y desde allá cuídennos como ángeles silenciosos.
Hasta que volvamos a abrazarnos…
descansa en la paz de Dios.
Amén.
Con fe, Isabel B. – miayotlan.com
Señor mío, Dios eterno,
hoy elevo mi alma en silencio y amor
para hablar contigo y con quien ahora ya está a tu lado:
el papá de Isabel, que acaba de dar su último suspiro.
Padre celestial,
acógelo en tus brazos como a un hijo que vuelve a casa.
Dale descanso eterno,
aleja todo dolor, y cúbrelo de tu paz.
Querido papá,
ya no estás con nosotros en cuerpo,
pero sé que nos miras desde lo alto,
al lado de tu amada Elisa,
quien partió antes para esperarte.
Tu historia en la Tierra ha terminado,
pero tu amor vive en cada palabra que dejaste,
en cada enseñanza, en cada abrazo que dimos.
Hoy, desde el fondo de mi corazón,
te digo adiós con gratitud y ternura.
Gracias por tu vida,
por tu fuerza, tu sabiduría, y tu amor incondicional.
En la tierra nacimos…
y a la tierra volveremos.
Pero el alma, esa llama sagrada,
vuelve a Dios, que la creó.
Despídeme también tú,
con esa sonrisa tuya que nunca olvidaré.
Llévale mi amor a mamá Elisa,
y desde allá cuídennos como ángeles silenciosos.
Hasta que volvamos a abrazarnos…
descansa en la paz de Dios.
Amén.
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