|110–111|
"Lo que guardé, lo perdí; lo que gasté, lo tenía; lo que di es lo que tengo."
“Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35).
Nuestros padres nos han enseñado este principio de las Escrituras desde que éramos niños.
Por curioso que parezca, cuando usted da amor, tiempo o cosas materiales,
termina con más de lo que dio.
De la misma manera que un granjero esparce semillas
y recibe una abundante cosecha,
lo que damos se multiplica en las vidas de los demás.
¡Dese usted mismo y verá su espíritu crecer!
"Lo que guardé, lo perdí; lo que gasté, lo tenía; lo que di es lo que tengo."
“Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35).
Nuestros padres nos han enseñado este principio de las Escrituras desde que éramos niños.
Por curioso que parezca, cuando usted da amor, tiempo o cosas materiales,
termina con más de lo que dio.
De la misma manera que un granjero esparce semillas
y recibe una abundante cosecha,
lo que damos se multiplica en las vidas de los demás.
¡Dese usted mismo y verá su espíritu crecer!
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