đŸ Gracias, Anjelita đŸ
En memoria de una vida que fue luz entre las sombras
Naciste en La Agalartija,
donde el viento canta bajito,
y al llegar, tu madre partĂa...
dejando en tus ojos un grito.
Pero no fuiste sola, no,
porque el cielo ya tenĂa su plan,
y unos padrinos de corazĂłn
te esperaban allĂĄ en AyotlĂĄn.
Chencho España, tu segundo padre,
y una madrina de alma bendita,
te cuidaron con fe verdadera,
te llamaron siempre Anjelita.
Tus padres tuvieron riqueza y nombre,
pero el oro no suple el amor,
y tĂș creciste entre libros de monjas,
entre cantos, silencio y fervor.
Cantabas en coros celestiales,
con voz que calmaba el dolor,
y aunque llevabas heridas profundas,
las cubriste con puro valor.
ÂĄGracias, Anjelita, por dar tanto!
Por vestir al que nada tenĂa,
por dar pan, abrigo y abrazo,
con ternura, sin pedir alegrĂa.
No tuviste lujos ni castillos,
pero diste lo mĂĄs importante:
una vida entregada al humilde,
un ejemplo puro, constante.
Hoy damos gracias por tu paso,
por ser alma, faro y consuelo,
por mostrarnos que el mĂĄs sencillo
es el que mĂĄs se parece al cielo.
En memoria de una vida que fue luz entre las sombras
Naciste en La Agalartija,
donde el viento canta bajito,
y al llegar, tu madre partĂa...
dejando en tus ojos un grito.
Pero no fuiste sola, no,
porque el cielo ya tenĂa su plan,
y unos padrinos de corazĂłn
te esperaban allĂĄ en AyotlĂĄn.
Chencho España, tu segundo padre,
y una madrina de alma bendita,
te cuidaron con fe verdadera,
te llamaron siempre Anjelita.
Tus padres tuvieron riqueza y nombre,
pero el oro no suple el amor,
y tĂș creciste entre libros de monjas,
entre cantos, silencio y fervor.
Cantabas en coros celestiales,
con voz que calmaba el dolor,
y aunque llevabas heridas profundas,
las cubriste con puro valor.
ÂĄGracias, Anjelita, por dar tanto!
Por vestir al que nada tenĂa,
por dar pan, abrigo y abrazo,
con ternura, sin pedir alegrĂa.
No tuviste lujos ni castillos,
pero diste lo mĂĄs importante:
una vida entregada al humilde,
un ejemplo puro, constante.
Hoy damos gracias por tu paso,
por ser alma, faro y consuelo,
por mostrarnos que el mĂĄs sencillo
es el que mĂĄs se parece al cielo.
Tycka om
Kommentar
Dela med sig