🌹 "Lupe, Flor de Amor y Humildad"
En memoria eterna

Lupe nació en un rincón humilde, donde las paredes eran de tierra y el techo apenas resistía la lluvia… pero el calor del hogar no venía del fuego, sino de su corazón.
Desde pequeña, Lupe fue como un rayo de sol en la sombra de la pobreza. Aunque no tenían mucho, lo poco que tenían lo compartían entre todos, y ella siempre decía con orgullo:

“Mi familia es mi tesoro... no cambiaría a mis papás por nada del mundo.”

Siempre se la veía abrazando a su papá, acariciando las manos de su mamá, cuidándolos cuando enfermaban, y llorando de alegría con cada pequeña bendición que llegaba a la casa.
Era de esas hijas que nacen una vez en la vida.

Cuando hablaba de ellos, se le iluminaban los ojos.
Cuando los llamaba, lo hacía con dulzura:
— "¡Papi, mami, los quiero mucho!" —decía, aun cuando ya era adulta.
Nunca se avergonzó de su origen, al contrario: lo vestía con honor y cariño.

El día que Lupe partió, el cielo no lloró, el cielo celebró, porque se reencontraba con sus dos grandes amores.
Y aunque hoy no está entre nosotros, la imaginamos allí arriba, tomando de las manos a su mamá y papá, sonriendo como solo ella sabía hacerlo, esa sonrisa que le brotaba del alma.

Lupe, flor sencilla nacida en tierra pobre, pero regada con amor eterno. Que descanses en paz, junto a los que más amaste.
Con fe, Isabel B. — miayotlan.com